SOSTENIBILIDAD

Resistencia Antimicrobiana. El 30 de marzo de 2021 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó un documento en donde señalan que la resistencia antimicrobiana supone un riesgo a la salud humana, animal y al medioambiente. A su vez estiman que esta problemática supone grandes costos económicos y sociales en los países. Desde OCDE recomiendan que los gobiernos incrementen las líneas de financiamiento a largo plazo para impulsar el desarrollo de nuevos antibióticos para el tratado de ganado y el combate de la resistencia antimicrobiana en términos generales. Este tema está siendo abordado por distintos organismos internacionales como FAO, OMS y OPS, al igual que algunos países de América Latina (como Argentina, Chile, Colombia o México), se espera que estas recomendaciones sean tenidas en cuenta en los próximos meses a la hora de diseñar planes de gobierno para abordar la problemática.

Las recomendaciones de OCDE plantean la necesidad del desarrollo de intervenciones alternativas a los antibióticos para el tratamiento de los animales como nutrición animal y bioseguridad en las granjas que producen ganado. A su vez, recomiendan que las regulaciones sobre el uso responsable de antibióticos en animales estén correlacionadas con una aplicación correcta. 

Estas recomendaciones se enmarcan en un estudio titulado “Evaluando Planes de Acción Nacional sobre resistencia antimicrobiana en la producción animal: ¿qué lecciones podemos aprender?”. El documento analiza los casos de Brasil, China, Rusia, Australia, Canadá, Dinamarca, Irlanda, Japón y Estados Unidos en su implementación del enfoque “Una Salud” en el desarrollo de su política nacional que involucra salud humana, animal y el medio ambiente.

Próximos pasos

La OCDE publicó un trabajo académico sobre los Planes Nacionales de Resistencia Antimicrobiana en la Producción Animal. Desde el organismo recomiendan a los gobiernos incorporar una mirada integral integral y sostenible. Al respecto estiman conveniente fomentar el desarrollo de intervenciones alternativas a los antibióticos para el tratamiento de los animales como nutrición animal y bioseguridad en granjas y que los gobiernos se comprometan a un financiamiento a largo plazo de los planes. Se espera que, en los próximos meses, estas recomendaciones sean tenidas en cuenta por los países de la región y organismos internacionales que están analizando políticas públicas para mitigar la resistencia antimicrobiana.