Nutrición
Grasas trans. La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó el 14 de mayo una guía para eliminar las grasas trans industriales del suministro mundial de alimentos. El documento propone un esquema de trabajo articulado entre los gobiernos de los países miembros y el sector privado para proteger la salud ante las consecuencias fatales que estos productos le traen a más de 500 mil personas al año. Entre las sugerencias emitidas se destaca la promoción de legislación que prohíba las grasas trans y medidas que estimulen el reemplazo de este tipo de grasas por otras más saludables. En 2019, la OMS comenzará a trabajar en una agenda de incidencia sobre tomadores de decisión para lograr la eliminación de estos consumos en 2023.
OMS considera que hay opciones más saludables, sin sacrificar ni el sabor ni los costos de los productos. Por este motivo, impulsa a los gobiernos a poner en práctica el conjunto de medidas REPLACE (Review, Promote, Legislate, Assess, Create Awareness & Enforce) para alcanzar el objetivo propuesto. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que “la ejecución de este programa ayudará a eliminar las grasas trans y supondrá una gran victoria contra las enfermedades cardiovasculares”.
La guía presentada incluye una serie de áreas estratégicas para la eliminación del elemento en cuestión. Propone revisar las fuentes dietéticas de las que más provienen las grasas trans, fomentar el cambio por otras grasas y aceites más saludables, prohibir mediante leyes este componente de la producción industrial, realizar un seguimiento de este ingrediente en los productos y de los cambios en el consumo de la población. También recomienda impulsar un plan de diagnóstico, concientización e incidencia sobre los encargados de formular las políticas regulatorias, tanto como a los proveedores, productores y personas en general y obligar a cumplir las medidas asumidas.
En América, Estados Unidos y Canadá habrán implementado prohibiciones a los aceites hidrogenados para fines de 2018. En tanto que Argentina, Chile, Colombia y Ecuador han fijado límites de mejores prácticas con un tope del 2 por ciento a las grasas trans industriales. En tanto que sobre alimentos específicamente, Argentina y Colombia tienen un tope más flexible del 5 por ciento. Ocho países de América del Sur cuentan con un etiquetado obligatorio, como consecuencia de la declaración “América Libre de Grasas Trans” firmada en 2009 y adoptada con anterioridad por el bloque comercial MERCOSUR en 2006. Brasil aprobó en 2018 una prohibición a los aceites hidrogenados, que entrará en vigencia a partir del 2021.
Próximos pasos
Con la mira puesta en erradicar la producción de grasas trans para el año 2023 y limitar su consumo a menos del 1 por ciento del aporte energético, la OMS realiza una consulta pública hasta el 1 de junio inclusive. El proyecto revisa los lineamientos del consumo de grasas saturadas y trans en adultos y niños. La finalidad es ofrecer instrumentos a los gobiernos para eliminar la producción y reducir el consumo de estos componentes, con el foco puesto en los países más afectados por sus ingresos bajos y medios.