LABORAL
Informalidad laboral. A principios de mayo, el Banco Mundial (BM) publicó el informe “La larga sombra de la informalidad: desafíos y políticas”, que señala una baja de la informalidad laboral en América Latina, si bien la región continúa ubicándose por encima de la mediana de los países emergentes. El documento destaca que este indicador representa más del 70% del empleo total, casi un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) y entiende que eso se explica por una “confluencia de factores” que han “permitido que florezca la informalidad”, tales como ineficiencias del mercado laboral, corrupción y desigualdades económicas y sociales. Por eso, propone “regulaciones a los impuestos onerosos”, en vistas de que las tasas impositivas medias regionales sobre la renta son más altas que en los mercados emergentes.
Según el Banco Mundial, un mercado que no opera a través de los canales formales “reduce la capacidad de movilizar los recursos fiscales necesarios para apuntalar la economía durante una crisis, llevar a cabo políticas macroeconómicas eficaces y generar capital humano para el desarrollo a largo plazo”. Este primer relevamiento del organismo multilateral revela un “panorama preocupante” sobre el alcance de la informalidad y sus implicaciones para la recuperación económica, lo que habla de un problema latente para América Latina.
Este estudio indica que la producción informal en Latinoamérica ha sido equivalente al 35% del PIB entre 2010 y 2018, por debajo del 40% correspondiente a la década previa. Cabe señalar que el empleo informal es equivalente al trabajo por cuenta propia como porcentaje del empleo total, variable que registró un aumento cercano al 2% en ambos períodos hasta llegar al 36%. BM recuerda que probablemente la irrupción de la pandemia en el mercado laboral ha aumentado drásticamente la proporción del empleo informal, al menos temporalmente, ante las pérdidas de ingresos “desproporcionadamente grandes” sufridas por los trabajadores de este segmento.
Próximos pasos
El Banco Mundial plantea que el diseño de políticas para abordar la informalidad requiere comprender sus causas y características, diagnóstico que varía entre los países de la región. No obstante, explica que las políticas que han tenido éxito en abordar la informalidad en América Latina se han centrado en reducir la carga fiscal, fortalecer la aplicación de las regulaciones laborales y eliminar los desincentivos al empleo formal. En el plano tributario, sugiere hacer que la política fiscal sea menos onerosa reduciéndose las tasas impositivas para incentivar a las empresas a convertirse en formales y aumentar la demanda de sus trabajadores. También sugiere la aplicación más estricta de las regulaciones laborales.