FAO llama a respuesta política regional contra el problema del hambre
29 agosto 2019

NUTRICIÓN

Seguridad alimentaria. El 8 de agosto, José Graziano da Silva, ex Director General de la FAO, manifestó que “existe una estrecha relación entre la producción local de los agricultores familiares y la buena nutrición”. Sobre esta línea, se refirió al informe publicado por la FAO “From Fome Zero to Zero Hunger”, que define la meta latinoamericana y caribeña de lograr el Hambre Cero, a partir de la experiencia brasileña en materia de seguridad alimentaria, que definió al hambre como “un problema político”.  A través de la cooperación Sur-Sur, FAO insta a los países a continuar replicando el modelo brasileño, con miras a crear espacios de diálogo en la elaboración de políticas públicas que reúna tanto al mundo académico, como a los agricultores familiares, organizaciones sociales y representantes de gobierno.

El proyecto Hambre Cero, iniciado por Luiz Inácio Lula Da Silva en el 2003 en conjunto con la FAO, fue una estrategia gubernamental orientada a garantizar el derecho a la alimentación, mediante una política de seguridad alimentaria. A partir de ella, se implementaron en Brasil políticas de asistencia para la agricultura familiar -como la facilitación del acceso al microcrédito- y se elaboró una legislación básica para la política nacional de seguridad alimentaria y nutricional, que incluye la creación de restaurantes de bajo coste, la educación y sensibilización sobre hábitos alimenticios saludables. 

FAO sostiene que en los últimos años hubo una tendencia al alza en formas de malnutrición, lo que lleva a la paradoja de que los países coexistan con un gran porcentaje de población que padece hambre y otro gran porcentaje con sobrepeso y obesidad. En este sentido, destaca la necesidad de no sólo profundizar las políticas ya existentes, sino, además, crear nuevas soluciones para problemas emergentes. Entre ellas recomienda ampliar la innovación para el desarrollo rural, la reducción de las pérdidas de alimentos y los desechos, el fortalecimiento de los sistemas de suministro de alimentos y las medidas de adaptación al cambio climático.

Próximos pasos

FAO reconoce la importancia del fortalecimiento de la agricultura familiar en la región como estrategia para erradicar el hambre y lucha contra la pobreza, y en ese sentido destaca el mecanismo de la gobernanza para alcanzar dicho objetivo. Así, insta a los países a incluir en el debate de estas políticas públicas a representantes del sector privado, la academia y el gobierno, entendiendo que estos amplios intercambios de experiencias “son auténticos foros de aprendizaje social, que han dado como resultado soluciones nuevas e innovadoras” para hacer frente al problema. Se espera que los gobiernos latinoamericanos y caribeños perfeccionen las políticas ya existentes en materia de seguridad alimentaria, y compartan espacios de diálogo regional mediante la cooperación Sur-Sur en el mediano plazo. 

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