La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC-OMS) agregó a la lista de los insecticidas como “cancerígeno para los humanos” al DDT y lindano, utilizado hace tiempo en la agricultura y como tratamiento para piojos y sarna.
Según el informe, el pesticida -que fue introducido para el control de enfermedades transmitidas por insectos durante la Segunda Guerra Mundial- provoca cáncer en los seres humanos. “Estudios epidemiológicos hallaron asociaciones positivas entre la exposición a DDT y el linfoma no Hodgkin, el cáncer testicular y el hepático”, indicó la organización a través de un comunicado.
Actualmente, el lindano no se puede utilizar en más de veinte países y en Argentina desde 1998, a pesar que durante décadas las empresas productoras publicitaron que no afectaba la salud de la población.
El herbicida -que se utiliza en segundo lugar después del glifosato- ya había sido vedado en marzo pasado en la mayoría de sus formulaciones, por pedido de ambientalistas santafesinos.