(Cámara de Senadores – Plenaria Comisión de Población y Desarrollo y Comisión de Relaciones exteriores y Culto – Reunión del 26/8/2014) Norma Morandini (Fte. Cív.-Cordoba), presidenta de la Comisión de Población y Desarrollo de la Cámara alta encabezó la reunión para tratar el Tercer Protocolo Facultativo de la Convención de los derechos del niño, que contó con la exposición de representantes de Unicef y Naciones Unidas. Estuvo acompañada por los senadores Marina Riofrío (FPV-PJ-San Juan) y Gerardo Morales (UCR-Jujuy).
El Tercer Protocolo Facultativo de la Convención de los derechos del Niño permite que los niños puedan presentar sus propias denuncias ante el Comité sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Morandini aseguro con firmeza: “es fundamental que nuestro país ratifique el tercer Protocolo Facultativo que viene a complementar los otros dos protocolos”.
Los proyectos presentados son el Expte N° 2602-D-2014, del senador Morales y el Expte. N° 1043-D-2014, de la senadora Riofrío, ambos solicitando la aprobación del Protocolo en discusión.
La primer exposición estuvo a cargo de Manuela Thourte, que es especialista en protección de los derechos del niño de Unicef y detalló dos falencias de la legislación nacional: “Una es la ley de responsabilidad penal juvenil, que –como saben– la Argentina todavía no la tiene, y la otra es la ley que prohíbe expresamente los castigos corporales contra los niños. El Código Civil vigente establece que los padres pueden ejercer disciplinas sobre sus hijos de manera moderada, y esta es una de las deudas de la Argentina con respecto a la Convención que ratificó”.
Asimismo destacó que no existe unanimidad a nivel de legislación interna para que los menores presenten quejas individuales de denuncia de violencia o de abuso o de explotación y aseguró: “Cuando uno de sus derechos está vulnerado, el derecho a ser oído vuelve a ser vulnerado y el niño sufre una revictimización permanente por parte de los órganos del Estado”.
Luego fue el turno de Humberto Henderson, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El especialista comentó el modo de proceder: se dispone de un dictamen (rehabilitación, reparación, indemnización financiera, la no repetición, enjuiciamiento, adopción de medidas legislativas, etcétera), que “la Argentina ha venido cumpliendo”. Luego se nombra un relator −un grupo de trabajo− dentro del Comité para que entable un diálogo con la misión permanente de la Argentina en Ginebra; con la Cancillería y con las demás instituciones para definir cómo darle cumplimiento.
Así fue como el delegado de Naciones Unidas explico los pasos a seguir y desafió: “lo que nosotros cubrimos, al menos, de los seis países que están acá −que cubre la Oficina Regional para América del Sur− no hay ninguno, así que les delegamos a ustedes que sean los primeros en poder ratificarlo”.
Morales, autor de uno de los proyectos para adherir al protocolo afirmó: “quiero solicitarle, presidenta, que en la próxima reunión de labor parlamentaria podamos incluir el tema en la agenda a fin de que pueda ser tratado, con el acuerdo de todas las bancadas, en la sesión, sin perjuicio de que, primero, pase por las distintas comisiones”.
La senadora Morandini concluyó con las exposiciones, dio su “compromiso político” para impulsar esta ley y aseguró: “tenemos que aprovechar las luchas que han tenido sociedades más desarrolladas, pero la ley, el tratado, las manifestaciones y los principios no pueden quedar nada más que en letra escrita si no nos apropiamos de su corazón, si no construimos una cultura de derechos, donde efectivamente protejamos al niño”.