La titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Carolina Cosse, anunció que próximamente estará listo el decreto de etiquetado de aquellos alimentos que contengan grasas saturadas, sodio y azúcar en proporciones no saludables para su consumo frecuente.
Los ministerios de Salud Pública (MSP) y de Industria (MIEM) trabajan en la iniciativa desde hace varios meses. El gobierno uruguayo busca establecer un sistema similar al chileno, en el que los envases tengan sellos octogonales advirtiendo sobre el exceso de estos elementos. Para identificar el grado de exceso en cada alimento se utilizará un sistema con los colores del semáforo en función de lo insalubre de cada alimento.
Por su parte, el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, explicó que el gobierno busca promover el consumo de frutas y verduras, volver a las comidas tradicionales y reducir el consumo de alimentos ultra procesadas para prevenir las consecuencias negativas de su consumo regular en la salud a corto y largo plazo. Respaldó la necesidad de mayor transparencia en el etiquetado de los productos alimenticios: “Los consumidores no deberían tener la dificultad que hoy tienen de tratar de entender la tabla que aparece detrás de cada envase, en una letra muy pequeña, y difícil de interpretar”. Agregó que, en los países en que han implementado duras medidas respecto al etiquetado de alimentos, se logró que las industrias reduzcan la cantidad de sal, azúcar, grasas trans, grasas saturadas y otros ingredientes en sus productos.
Especialista de OPS apoya la iniciativa
Adriana Blanco, especialista de la Organización panamericana de la Salud (OPS), habló a favor del proyecto regulatorio. “El sistema que está usando Chile, que es el que aparentemente utilizaría Uruguay, es muy bueno porque pone en el frente hasta cuatro discos pares, un octógono negro que dice alto en azúcar, en sal, en grasa o en calorías. Es rápido de interpretar cuando vas a hacer una compra, por eso apoyamos ese etiquetado y no un etiquetado semáforo (…)”.
El rol del sistema educativo
Basso afirmó que la salud pública debe ser una responsabilidad de diversos sectores y resaltó que el rol del sistema educativo es clave para prevenir las enfermedades crónicas y que debe sumarse al esfuerzo de otros ministerios y sectores. “El sistema educativo es un aliado insustituible para consolidar estas políticas en el tiempo. Estamos trabajando escuela por escuela, departamento por departamento, con niños, adolescentes y sus padres para poner en práctica la nueva guía alimentaria, que está adaptada a nuestra realidad”.
El aporte de la industria
La ministra Cosse indicó que se realizaron contactos con la cámara de alimentos y con las propias industrias de alimentación. En tanto, la Cámara Industrial de Alimentos (CIALI) considera que el etiquetado propuesto por el gobierno impactará negativamente al 75% de la oferta de alimentos y bebidas. Además, el mismo estigmatiza a los alimentos y no ayuda a que los consumidores tomen decisiones objetivas.
Alega que esta medida desalienta la reformulación de productos que la industria viene desarrollando desde hace años en beneficio de la salud de los consumidores. Aún cuando se redujeran considerablemente el contenido de estos ingredientes, no se lograría evitar un sello de advertencia debido a los parámetros del perfil nutricional que utiliza este modelo. Asimismo, algunas categorías de alimentos caerán en incongruencias en cuanto a las definiciones que establece el Reglamento Bromatológico Nacional, por ejemplo, las mermeladas que tienen un porcentaje mínimo de azúcar exigido y que por lo tanto no puede ser eliminada de su composición.
Como alternativa, la CIALI propone un modelo de rotulado frontal nutricional codificado por color. Este sistema combina un código de colores tipo semáforo con el porcentaje de cada nutriente crítico, denominado Guías Diarias de Alimentación (GDA). Las GDAs informan a simple vista, la cantidad de azúcares, grasas, grasas saturadas y sodio que aporta una porción del alimento y cuánto representan esas cantidades en relación a los Valores Diarios (%VD) para una dieta equilibrada, según las recomendaciones de OMS y lo establecido por las reglamentaciones del Mercosur, a través de una cifra que indica los gramos por porción o por 100 gramos.