(Cámara de Diputados – Mesa de entradas del 24/10 al 7/11/2014). La diputada Ivana Bianchi (Compromiso Federal-San Luis) presentó un proyecto de ley para regular el uso de las técnicas para la Reproducción Humana Asistida y la protección del embrión no implantado. No permite la donación de gametos y el embrión es considerado persona.
Dentro del proyecto –Expte. Nº 8210-D-2014-, la diputada establece que las técnicas de reproducción humana asistida “serán de aplicación en casos de esterilidad e infertilidad debidamente diagnosticadas, cuando otras medidas terapéuticas de menor complejidad hubieren sido médicamente probadas” y advierte que “Serán usuarios de estas técnicas, aquellas parejas heterosexuales que acrediten una relación estable de al menos de 3 (tres) años, sean mayores de edad y se encuentren en edad reproductiva”.
Asimismo aclara que los beneficiarios “serán registrados como padres biológicos del sujeto nacido. Esta relación estará sometida a las normas vigentes sobre filiación biológica”. También queda prohibido Ley, queda prohibido la Criopreservación de embriones; la adopción de embriones; la destrucción de embriones; el uso de los embriones para investigación; la comercialización de embriones; la donación de embriones y la comercialización de gametos.
Una aclaración amerita el artículo 9º que establece: “Queda expresamente prohibido la donación de gametos en todas sus formas. Los gametos no son objetos de comercio”. También debe resaltarse que la diputada que se proclama en contra del aborto es consecuente y establece en el articulado del proyecto: “A los efectos de esta ley se consideran “embrión” al óvulo humano fecundado por el espermatozoide humano, dentro o fuera del seno materno”. Para ser clara, Bianchi apunta que “el embrión es persona y, por lo tanto, sujeto de derechos desde concepción. Esta se produce en el momento en que el espermatozoide humano penetra al óvulo femenino humano”.
El proyecto de ley reslata que “Los embriones solo pueden ser producidos para ser implantados en un útero femenino”, y agrega que “en el caso de inseminación artificial, solo se podrá implantar gametos humanos a una mujer”. La autoridad de aplicación será el Ministerio de Salud de la Nación, asesorado por un cuerpo consultivo en Bioética.
La diputada argumenta que “la tecnología permite la aplicación de los logros de la ciencia a la solución de problemas concretos pero no todo lo posible de hacer tecnológicamente, es ético”. Bianchi agrega que esto contribuye a considerar al hijo obtenido por estos tratamientos como si fuera un “producto”, cuyo valor depende en realidad de su “buena calidad”. Y concluye que “La consecuencia dramática es la eliminación sistemática de aquellos embriones humanos que resultan carentes de la calidad”.