El jefe de Gabinete se definió a favor de esta técnica de cultivo que “permite reconstituir el suelo”, a diferencia de la labranza común. Además reconoció que, con las inundaciones de los últimos días, la siembra directa evitó que la tierra se arrastre hasta las cuencas.
En su habitual contacto con la prensa, Aníbal Fernández ejemplificó: “En un lugar donde usted tiene más o menos un régimen de entre 800 y 1000 milímetros de agua, una soja de última generación consume 400 milímetros. El maíz puede estar consumiendo 800 milímetros. Si hace trigo y soja de segunda le va a consumir más o menos los 1000 milímetros”.
Pero el precandidato a gobernador bonaerense criticó la cosecha de soja sobre soja “porque deja los perfiles saturados y necesariamente en algún momento va a tener que hacer un cultivo de rotación para que absorba esa cantidad de agua que ha quedado y que no va a salir y no va a seguir absorbiendo”. “Y lo que es el terrón de la piedra se transforma en arena”, lamentó.
Para concluir, el jefe de Gabinete aseguró que va a seguir trabajando esta semana junto a AAPRESID -Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa- “para tratar de llegar a propuestas inteligentes para fin de año”.