NUTRICIÓN

Grasas trans. El 13 de enero múltiples organizaciones no gubernamentales especializadas en temas sanitarios; entre ellas, la Alianza de las Enfermedades No Transmisibles (NCDA); convocaron -a través de un comunicado– a la industria alimentaria a “proteger la salud cardiovascular de los consumidores” mediante la eliminación de las grasas trans artificiales en todos sus productos para el año 2023. Esta recomendación va en línea con la fecha límite fijada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dejar de incorporar este componente a productos alimenticios. Estas entidades civiles advirtieron que impulsarán acciones de denuncia de las industrias que no cumplan con este llamado en el mediano plazo.

Las organizaciones civiles le pidieron a las empresas comprometerse a reformular los productos que contienen grasas trans artificiales, que se estima representan la causa de más de 500 mil muertes por enfermedades cardíacas al año. A su vez, 13 de las 40 compañías señaladas ya habían sido contactadas por las organizaciones de la sociedad civil en mayo de 2019 y, dado que en aquel primer intento no recibieron respuesta, las organizaciones civiles anunciaron que planean una acción pública contra aquellas firmas que no respondan por segunda vez.

Los impulsores de esta propuesta también dieron a conocer que analizarán alimentos en los mercados de todo el mundo para medir el contenido de grasas trans y compartir los resultados con responsables políticos y público en general. La carta enviada a la industria también indica que las grasas trans artificiales son totalmente reemplazables por aceites y grasas más saludables, sin cambiar el sabor de los alimentos.

Próximos pasos

Muchos de los principales fabricantes se comprometieron a eliminar las grasas trans en sus líneas de productos globales, como es el caso de la Alianza Internacional de Alimentos y Bebidas (IFBA) que en 2019 acordó dar inicio a este proceso bajo los lineamientos establecidos por la OMS en su guía REPLACE. Desde la sociedad civil internacional consideran que es posible eliminar las grasas trans artificiales antes de finales de 2023 e impulsan la adopción de esta guía de la OMS para alcanzar el objetivo. Para ello continuarán impulsando medidas de investigación y denuncia en las entidades que no cumplan con estos requisitos.