NUTRICIÓN
Precios de alimentos. El 9 de enero, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dio a conocer su índice mensual de precios, revelando que en diciembre los mismos alcanzaron su nivel más alto en los últimos cinco años. Las categorías de alimentos incluidas en esta medición son cereales, aceites, carnes, productos lácteos y azúcar. El incremento de precios se atribuye, entre otros factores, al alza en el precio del petróleo y la escasez de recursos. Se espera que para resolver esta problemática, la FAO impulse medidas para fomentar la producción local de alimentos frescos en los países de la región.
Según informó la FAO, los precios mundiales de los alimentos subieron en diciembre de 2019 por tercer mes consecutivo, promediando los 181,7 puntos, lo que equivale a un aumento del 2,5 por ciento en relación a noviembre. Estos números, que registran las variaciones de los precios internacionales de las cinco grandes categorías de alimentos que se negocian en los mercados, dan cuenta del nivel más alto desde diciembre de 2014.
Se atribuye la subida del aceite de palma a la fuerte demanda de biocarburantes. El azúcar, por su parte, aumentó un 4,8 por ciento en diciembre por la subida del petróleo, que llevó a las refinerías de azúcar a usar más caña para producir etanol y, en consecuencia, a reducir la disponibilidad del alimento a nivel mundial. Los precios de los cereales subieron un 1, 4 por ciento respecto a noviembre, básicamente a costa del trigo, en tanto la carne se mantuvo sin variaciones comparado con el mes anterior. El índice de precios de los productos lácteos registró en diciembre un 3,3 % por ciento más que en noviembre, a causa de una disponibilidad limitada de suministros.
Próximos pasos
Teniendo en cuenta que los precios internacionales de los alimentos alcanzaron su máximo en los últimos cinco años, se espera que que la FAO, al haber alertado esta suba, impulse una serie de incentivos para promover la producción local de alimentos y la agricultura familiar. De darse este escenario, la expectativa es que los países de la región elaboren una serie de medidas para fortalecer tanto a los productores nacionales, como a las prácticas sostenibles de producción.