NUTRICIÓN

Alimentación saludable. El 18 de octubre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) presentó un informe en el que advierte la preocupación por el incremento del consumo de bebidas y alimentos ultraprocesados en América Latina. El organismo sostiene que las ventas de alimentos y bebidas ultraprocesados crecieron un 8.3% desde el 2009 hasta el 2014, el último año para el que se contaba con datos. A su vez, el reporte proyecta que en 2019 han aumentado un 9.2%. Para combatir la mala alimentación y la obesidad, la OPS recomienda que los gobiernos apliquen regulaciones a la producción y comercialización de esos productos.

En uno de los apartados del informe se muestra que del conjunto de nutrientes que aportan los alimentos y las bebidas ultra procesadas, el 43% es azúcar. Al respecto, subraya que las bebidas gaseosas, los refrigerios dulces y salados, las galletas, las tortas, pasteles y postres, y las salsas y aderezos, son “especialmente problemáticos”.

Al referirse al informe, Fabio da Silva Gomes, asesor regional en nutrición de la OPS, pidió que “los gobiernos establezcan políticas para restringir las ventas de estos productos. Los ultraprocesados no pueden ser la base de la alimentación, no pueden ser un producto esencial en las dietas”.

Otra de las recomendaciones que el informe hace es que los gobiernos restrinjan la promoción y la publicidad de estos alimentos, así como también propone que se otorguen incentivos para que los alimentos sin procesar y mínimamente procesados estén disponibles y sus precios sean accesibles y estables.

Próximos pasos

A partir del informe de la OPS sobre el aumento de la venta de alimentos y bebidas ultraprocesadas en la región, el organismo espera que los gobiernos ratifiquen las recomendaciones hechas, con el objetivo de que la comunidad científica y las organizaciones de la sociedad civil apoyen e implementen políticas y regulaciones para desalentar el consumo de productos ultraprocesados, así como proteger y promover la elección de alimentos saludables. A su vez, desde OPS se llama a que los países miembros incluyan políticas fiscales, así como regulaciones legales y de otro tipo para informar a los consumidores sobre el contenido de los productos.