La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó el 18 de junio una campaña global para asistir a los países en la lucha contra la resistencia antimicrobiana. La iniciativa AWaRe clasifica a los antibióticos en tres categorías (de acceso, de observación y de reserva) con el objetivo de generar conciencia sobre cuáles antibióticos deben ser utilizados en cada caso, y así prevenir la expansión de la resistencia antimicrobiana.

AWaRe fue desarrollada a partir de la Lista de Medicamentos Esenciales (2017) de la OMS. La primera categoría “de acceso” abarca aquellos antibióticos que se usan para las enfermedades más comunes. En segundo lugar, los antibióticos “de observación” son los que deben estar disponibles en todo momento en el sistema de salud de un país. Por último, la clasificación “de reserva” incluye los antibióticos considerados como último recurso. De este modo, la OMS busca aumentar el uso de los antibióticos “de acceso” en detrimento de los antibióticos “de observación” y “de reserva”, evitando así que se genere resistencia antimicrobiana de estos últimos dos.

El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que la resistencia antimicrobiana es uno de los mayores riesgos sanitarios a nivel mundial y “amenaza con revertir todo un siglo de progreso en la medicina”. Por eso, pidió a los países adoptar AWaRe porque permitirá reducir la resistencia antimicrobiana al reservar el uso de ciertos antibióticos para las enfermedades más difíciles de tratar.

Por otro lado, a principios de junio se llevó a cabo el Taller Regional sobre control de la Resistencia Antimicrobiana en Argentina, donde se compartieron los avances conseguidos desde la Comisión Nacional contra la Resistencia Antimicrobiana (Co.Na.CRA). Su objetivo fue fortalecer y potenciar las redes referidas a la resistencia antimicrobiana (RAM) a nivel nacional y regional.