Negocios
Acuerdos Comerciales. Del 20 de febrero y hasta el 2 de marzo, comenzó una nueva ronda de negociaciones entre los representantes del Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) en Asunción, Paraguay. La ronda previa, en enero, generó avances en la problemática de la carne bovina latinoamericana: se pautó una cuota de exportación de 99.000 toneladas. Pero como contrapartida la UE exige la apertura del mercado lácteo latinoamericano para sus producciones. Esto, sumado a la problemática de las denominaciones de origen, están siendo los puntos salientes de las negociaciones. También se discutirá sobre propiedad intelectual y reglas de origen. En caso de no firmarse el acuerdo, habrá otra ronda de negociaciones en Bruselas con fecha a confirmar aunque se estima que será a fines de marzo o principios de abril.
La historia del acuerdo de libre comercio entre el MERCOSUR y la Unión Europea comenzó en el año 1999. Pero es a partir del 2016, con las nuevas condiciones geopolíticas, que toma un nuevo impulso. Desde entonces se ha avanzado a paso firme y pareciera inminente su firma. Con miras a este objetivo se llevará a cabo una nueva ronda de negociaciones entre el 20 de febrero y el 2 de marzo en Asunción.
La ronda desarrollada en Bruselas del 30 de enero al 9 de febrero no consiguió sellar el acuerdo producto de desavenencias en cuatro puntos claves que serán el centro del debate en la ronda actual. El primero es el Comercio de Bienes. Aquí lo que se discute son las cantidades y las condiciones de acceso que tendrán los bienes producidos regionalmente en cada uno de los bloques.
En el sector de la carne bovina, uno de los puntos más conflictivos a lo largo de la historia de la negociación, el MERCOSUR ha logrado obtener una oferta superadora: 99.000 toneladas contra las 70.000 ofrecidas en diciembre de 2017. A cambio la Unión Europea ha exigido la apertura del mercado lácteo latinoamericano a sus productos. Esta área es especialmente sensible para Uruguay y Argentina y pareciera ser improbable que pueda prosperar. En ese sentido, el canciller paraguayo Eladio Loizaga declaró: “el rubro carne ya esta resuelto”. Pero el canciller Uruguayo, Rodolfo Nin Novoa dejó en claro que “ninguna cuota de carne puede pagar el tema lácteo ya que es un asunto absolutamente sensible para el país”.
El segundo punto se refiere a las normas de denominación de origen que defienden cada bloque. La Unión Europea busca beneficiar a sus productos a través de la protección de sus nombres característicos anclados a una geografía particular. Por ejemplo, solo los quesos franceses podrían usar el nombre Roquefort. El Mercosur se opone a ello y se escuda en el impacto negativo que ello podría generar en sus industrias queseras y vitinícolas.
Otro de los puntos problemáticos es el de las reglas de origen. Estas sirven para establecer la composición de los productos que serán parte del acuerdo comercial y accederán al mercado libre compartido. El Mercosur busca esta sea mayormente compuesta por insumos europeos, evitando así la entrada subrepticia de productos baratos de otras regiones, especialmente asiáticas. La UE en cambio defiende la incorporación de bienes producidos con componentes exteriores al bloque regional.
Por otra parte, también se discutirán cuestiones referidas a la propiedad intelectual. La UE busca estimular la creación de patentes y la defensa de secretos comerciales. Pero el Mercosur considera que ello estimula la creación de monopolios productivos en manos de grandes corporaciones.
Próximos pasos
A priori las negociaciones parecen complejas pero no se descarta la posibilidad de un acuerdo. Si no prosperasen, se llevará a cabo una nueva ronda a finales de marzo o principios de abril en Bruselas. Mas allá de dicha fecha el acuerdo podría estancarse. El problema radicará en que, para entonces, comenzarán las carreras presidenciales en Brasil y Paraguay, las cuales podrían posicionar en el poder ejecutivo a nuevas figuras opuestas al acuerdo. En ese sentido el Secretario de Comunicación del Parlamento del MERCOSUR, Rafael Reis se pronunció: “Las negociaciones se extenderán como mucho hasta fines de marzo. En caso de no llegar a un acuerdo, aparentemente en 2018 no finalizará esta negociación.”