La Junta Departamental de Montevideo aprobó una ordenanza que dispone el etiquetado de alimentos transgénicos. Los alimentos que provengan de organismos genéticamente modificados o que contengan ingredientes producidos a partir de estos deberán indicar esta circunstancia.
El Decreto N° 36.554 aprobado dice: “Los alimentos que provienen de organismos genéticamente modificados, o que contengan ingredientes producidos a partir de estos, que superen el 1% de material modificado genéticamente respecto a la especie vegetal considerada individualmente, deberán ser etiquetados especialmente conforme lo dispuesto en las presentes normas”.
Marcelo Amado, Director del Servicio de Regulación Alimentaria de la IM, detalló que “se cambió una precisión respecto de cómo se interpreta la técnica de análisis, para que no quepa duda de que se ajusta al 1% del ingrediente y no al 1% de todo el producto. La redacción anterior podía dar lugar a esa interpretación”.
Regulación pendiente
El Ejecutivo departamental trabajará en la reglamentación del nuevo decreto teniendo en cuenta propuestas sociales y de la industria, pero la decisión de modificar el etiquetado ya fue tomada. Será un círculo con fondo blanco, con la letra T en el centro y en cuyo contorno llevará la leyenda: “Contiene organismos modificados genéticamente”, todo en letras azules. Una vez que se modifique el decreto, se dará un plazo, probablemente de seis meses, para que empiece a regir la nueva norma. Según la información brindada por el Servicio de Regulación Alimentaria se admitirá temporalmente, que las empresas usen un logo provisorio. El rótulo provisorio será rectangular porque será impreso con inject, una técnica rápida que sólo imprime líneas paralelas y se implementará “sobre todo para los productos importados, o los que están en existencia y se tienen que rerotular”.
Antecedentes
De esta forma el órgano retoma una reglamentación aprobada por primera vez en diciembre de 2013 pero que en los hechos se fiscalizó por pocos meses por disconformidad y quejas de la Industria. Los empresarios habían planteado que el triángulo generalmente se asocia a una señal de alarma y podía entenderse como algo negativo.
La discusión en torno al perjuicio de salud que pueden provocar los organismos genéticamente modificados no está saldada en absoluto, pero el etiquetado apunta a asegurar el derecho a la información, y que la persona pueda decidir si quiere consumirlos o no. Aunque en Uruguay las materias primas por la que los productos deberán ser etiquetados son el maíz y la soja, los productos que se estima que llevarán esta marca son varios: galletitas rellenas, barritas de cereales, refrescos, mayonesa, ketchup, polenta, aceite de soja, maicena, pulpas de tomate, postres lácteos, quesos untables, cervezas, yogures, golosinas y hasta chicles.
En tanto, la directora de Desarrollo Social, Fabiana Goyeneche, admitió que la cuestión genera conflicto entre los distintos sectores. “Sentimos que hay una disconformidad por parte de la sociedad civil que demandaba que esto se implementara con más rapidez y eficiencia, que es totalmente comprensible, pero a veces los tiempos no son los que una quisiera. Seguimos encontrando alguna que otra resistencia en actores de la industria y el comercio pero no son la mayoría”, indicó.