En el marco del Congreso Internacional de Nutrición realizado en Argentina del 22 al 27 de octubre, referentes mundiales en la materia se manifestaron a favor de establecer un sistema de etiquetado frontal de alimentos internacional. Si bien reconocieron que no es una tarea sencilla de implementar, estimaron que por lo menos tendría que impulsarse un esquema común para América Latina. Pusieron el foco en diseñar un mecanismo de información único para detallar claramente cómo están compuestos los distintos productos alimenticios.

En ese contexto fueron analizados los distintos modelos de rotulado. Evaluaron las experiencias que arrojaron las implementaciones de los distintos sistemas en los países con legislaciones al respecto. Sin embargo no indicaron preferencia por algún esquema puntual.

Los sistemas discutidos fueron el de sellos de advertencia negros como el que estableció Chile, el de semáforos que pondera los valores de sodio, de azúcar y de grasas saturadas y el de graduación por estrellas.

De cara a los efectos de los esquemas, Michael Rayner, profesor de la Universidad de Oxford, resaltó el sistema que impulsó el Reino Unido. Consideró que las etiquetas frontales más efectivas son las combinan texto, colores del semáforo e información de porcentaje del contenido de nutrientes en relación a la ingesta diaria recomendada.