Insaurralde impulsa simulacros para contingencias climáticas
Argentina
12 diciembre 2014

(Cámara de Diputados – Mesa de Entradas del 28/11 al 12/12/2014). El diputado Martín Insaurralde (FPV-PJ-Buenos Aires), que dejará su banca a fin de año, presentó un proyecto de ley para crear un Protocolo Nacional de evaluación y simulacro para contingencias climáticas en todo el territorio de la República Argentina, que tendrá como objetivo principal la capacidad de estudio y previsión de las potenciales catástrofes que pudieran ocurrir en el territorio nacional, y la optimización de recursos, conocimiento y soluciones que puedan brindarse a la población.

El Expte. Nº 9432-D-2014 prevé que los simulacro se realizarán cada cuatro meses, ante cada cambio de estación. Además, la ejecución del Protocolo incluirá una campaña de concientización sobre la importancia de prever estas emergencias climáticas, de realizar las acciones tendientes a evitarlas y de participar activamente de las actividades que se lleven a cabo para mejorar el nivel de conocimiento y poder abordarlas con un plan de acción anticipado.

El protocolo será dentro de la órbita de la Subsecretaria de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación. Asimismo el trabajo conjunto con entidades especializadas en la materia y organismos del Estado, los cuales deberán asistir a dicho Ministerio por sus niveles de conocimiento específico en lo referente al suelo, clima, y demás cuestiones vinculadas a este tipo de fenómenos.  El Protocolo incorporará su investigación de manera transversal en las políticas, la planificación y los programas de desarrollo ya existentes, en una relación permanente de interacción y coordinación.

El ex intendente de Lomas de Zamora apunta que el objetivo “es prevenir y controlar sucesos no planificados, pero previsibles, y describir la capacidad y las actividades de respuesta inmediata para controlar cada una de las emergencias identificadas de manera oportuna y eficaz”. La intención es que todo el territorio de nuestro país esté preparado en previsión de una situación de emergencia.

Insaurralde advierte que “la preparación abarca la gestión de recursos humanos y financieros, la disponibilidad de suministros de emergencia y procedimientos de comunicación”, pero asegura que esa planificación puede contribuir a mitigar los efectos destructores de un desastre asegurando la prestación de asistencia humanitaria rápida y eficaz a las personas que más la necesitan. Para concluir, azota: “Dedicar tiempo a planificar la respuesta equivale a ahorrar tiempo cuando se produce un desastre”.

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