(Cámara de Diputados – Comisión de Familia, Niñez, Mujer y Adolescencia – Reunión del 4 de noviembre de 2014). Los diputados nacionales se reunieron para aprobar un proyecto para la creación de una Red Nacional de Refugios para atención y albergue a mujeres y niños víctimas de violencia de género; y otro para aprobar licencias por violencia de género. Este último pasará al recinto. El primero, resta el giro por dos comisiones más.

Virginia Linares (GEN-Buenos Aires), autora del proyecto que prevé la creación de casas refugio, en todo el territorio nacional, como instancias de tránsito para la atención y albergue de las mujeres víctimas de violencia aseguró que se trata de “un derecho al alojamiento de las víctimas hasta logar sacar al agresor”. La diputada firmante señaló también la necesidad de compromiso por parte del Estado.

Las iniciativas –Expte Nº 7502-D-2014 y Expte Nº 2671-D-2013– fueron unificadas para crear las Casas de Refugio y la Red de Refugio. El borrador consensuado impulsa esta red que estará integrada por los refugios públicos y privados del país que brinden alojamiento, contención y asistencia a las mujeres víctimas de violencia y a sus hijos e hijas menores de edad.

Serían espacios donde se les brinde no sólo protección, sino también asesoramiento judicial, contención, casa y comida, durante un período de tres meses, con posibilidad de prorrogar su estadía hasta un máximo de seis meses, con el objeto de que puedan dejar de depender económicamente del agresor, hasta tanto puedan reinsertarse en la sociedad y tratar así de iniciar una nueva vida. En este sentido, el alejamiento del foco de violencia posibilita no sólo proteger la integridad física y/o psíquica de las víctimas, sino también comenzar a desandar esa perversa y dolorosa trama de angustia y humillación. Se trataría de un recurso de emergencia, cuyo objetivo es la reinserción social y laboral de la mujer.

La diputada María del Carmen Bianchi (FPV-PJ-CABA) observó que el Presupuesto para estas Casas debe provenir de una “partida adicional”, que la administre el Consejo Federal de la Mujer pero también consultó si los recursos humanos estarían a cargo de la nación o serían de la Provincia.

Por su parte, el Presidente de la Comisión de Familia, Felipe Sola (Frente Renovador-Buenos Aires) propuso modificar el artículo 5, para que el plazo de permanencia no sea determinado por una organización. El diputado, a su vez, objetó que se trata de un proyecto “voluntarista”, ya que no se detalla nada nada a nivel cuantitativo y sugirió especificar una determinada cantidad de casas refugio, para que el Estado tenga una meta.

En respuesta a sus palabras, Ana Carla Carrizo (Suma+UNEN-CABA) apuntó que el objetivo es la creación de una Red, es decir, “un Programa que articule la Red de refugios”, haciendo hincapié que no implica meramente la construcción de casas de material. Una vez más, Sola insistió con que “la ley puede no cumplirse”, pero Linares señaló que “la ley no dice que hay que construir, sino promover”. En su defensa, Gabriela Troiano (Partido Socialista-Buenos Aires) hizo la salvedad de que “dependerá de la reglamentación”.

Sin embargo el proyecto fue dictaminado, con mínimas modificaciones:

Artículo 5: Puede ser ordenado por autoridad judicial, no mediante oficio que dilata los plazos judiciales.

Artículo 6: La derivación la puede realizar la autoridad judicial como el centro médico

Artículo 7: Agregar “convivientes y a cargo”.

Artículo 10: eliminado

Luego, los diputados procedieron a aprobar el proyecto para que las mujeres víctimas de violencia de género, cuenten con una licencia de 3 meses, por el período de 5 años y de 6 meses, más de 5 años. La diputada Stella Maris Leverberg (FPV-PJ-Misiones), autora del proyecto –Expte. Nº 5921-D-2014– afirmó que el objetivo “es estimular a la denuncia”.

El Presidente de la Comisión no coincidió con el “objeto de la licencia” y sugirió modificarlo. Además Sola propuso extender esta licencia para “cada relación laboral”, previo enviar una nota a la Comisión cabecera de Legislación de Trabajo sobre estos cambios, pero la diputada impulsora del proyecto no concordó y solicitó tratarlo en el recinto. Además la diputada Linares objetó que “estas licencias estigmatizan más a las mujeres”. Pero no se pudo conciliar y el proyecto pasará a recinto y allí se discutirán los cambios propuestos.