(Cámara de Diputados – Mesa de Entrada del 10/10 al 24/10/2014) La diputada Ivana María Bianchi (Compromiso Federal – San Luis) presentó un proyecto (Expte nº 8158-D-2014) para mostrar preocupación por esta nueva metodología donde te drogan para que no tengas voluntad.

El origen de esta droga se remite a Colombia, proveniente de plantas de la familia de las solanáceas, principalmente del Cacao Sabanero, la Datura y la Mandrágora. Científicamente se la conoce como Escopolamina, aunque es con el nombre de Burundanga que toma reconocimiento mediático.

Este pseudónimo se debe a un término popular utilizado por las brujas en ritos precolombinos a la hora de nombrar un brebaje con fines no muy curativos. Otro término con el que se la conoce es Hioscina, proveniente de la literatura científica, y hace referencia a “a hierba loca”.

Considerada como la droga que “mata la voluntad”, esta sustancia es incolora, inodora e insípida.

Su administración puede hacerse por vía oral, inhalatoria o cutánea y tarda entre dos y cinco minutos en hacer efecto en la persona, reduciendo prácticamente a cero su voluntad, con el plus de la pérdida de la memoria una vez que sus efectos desaparecen. La duración de éstos, van de una a dos horas, depende la cantidad ingerida.

En nuestro país, se ha detectado el uso de esta droga para cometer delitos. El primero de estos casos se dio en año 1995, aunque ante los numerosos y recientes casos de delitos cometidos contra mujeres utilizando la droga burundanga es que la diputada considera valioso que se apruebe este proyecto.

Existen al menos cuatro casos similares que trascendieron en los que las víctimas relatan que fueron atacadas por hombres que les pegaron un papel o las tocaron e inmediatamente comenzaron a sentirse mal.

Todos los hechos se produjeron a partir del 30 de julio y se presume que fueron envenenadas con una droga conocida como “burundanga”, derivada de la escopolamina, un depresor del sistema nervioso central que administrado en grandes dosis puede dormir a una persona.